Biofeedback

El Biofeedback es una técnica indispensable para el aprendizaje de la contracción del suelo pélvico.

¿Qué es el Biofeedback?

Es una técnica, habitual en el campo de la urogineproctología y obstetricia, por la que a través de un sofisticado equipo médico se registra una función biológica del organismo y se le muestra al paciente en forma de gráfico. Esto permite obtener información precisa sobre el comportamiento de los músculos y la capacidad de control que se tiene sobre ellos.

Es decir, el paciente visualiza gráficamente la actividad de sus músculos en tiempo real, lo que facilita comprender cómo trabajan y cómo pueden mejorarse. Gracias a este enfoque, se potencia el aprendizaje de la contracción muscular de forma más eficiente, ayudando a reforzar la musculatura involucrada. De esta manera, el paciente logra controlar sus músculos de manera más consciente, efectiva y rápida, obteniendo estos beneficiosos resultados:

  • Tonificación de los músculos del suelo pélvico.
  • Integra mejor estos músculos en su esquema corporal.
  • Normaliza las hipertonías musculares que pueden provocar dolor.
  • Procede a la coordinación de estos músculos con otros músculos y vísceras, en algunas funciones como la continencia o la micción, y para obtener un mayor control de manera involuntaria y provocar disfunciones como el vaginismo, dispareunia, etc.
  • También, esta tecnología permite realizar una mejor valoración del diagnóstico y planificación del tratamiento en cada paciente.

¿En qué casos está indicado el tratamiento con Biofeedback?

El tratamiento con Biofeedback está indicado para numerosos casos:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo.
  • Inestabilidad vesical.
  • Incontinencia urinaria mixta.
  • Prolapsos de grado 1 y 2.
  • Indicaciones preoperatorias y postoperatorias, para mejorar las intervenciones para tratar la incontinencia.
  • Durante el embarazo (solo en población de riesgo)
  • Después del parto, deberían hacerlo todas las mujeres para tonificar el periné y prevenir incontinencias futuras.
  • Trastornos sexuales (disfunción, coito doloroso, etc)
  • Secuelas de cicatrices dolorosas (episiotomía o cirugía vaginal)
  • Coloproctología (incontinencia fecal o a los gases)
  • Para fortalecer las paredes vaginales y del recto.